Esta ocupación de Clunia es importante para sus alrededores pues la romanización debió extenderse a las ciudades y
pueblos del entorno, finalizándose complemente este proceso en torno al siglo II d. C. La Tarraconense fue una provincia
romana y después visigoda de Hispania. Su capital fue la Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco, la actual
Tarragona, de la cual tomaba su nombre.