En el centro de la extensa vega que riega el
río Duero, se encuentra la capital de la no menos extensa comarca de la ribereña:
Aranda de Duero. La
iglesia, de estilo
gótico, construida en el siglo XV, conserva en su interior, entre otras obras de
arte, un
retablo del siglo XVII y un bellísimo
púlpito renacentista, tallado por Miguel Espinosa y Juan de Cambray. También
gótica, aunque anterior a la de
Santa María, es la iglesia de
San Juan. Adorna su
fachada una
portada de
arcos apuntados sostenidos por delicados
capiteles, y una imagen posterior de San Juan Bautista. En la
capilla de las Calderonas puede admirarse un retablo plateresco, con pinturas de un autor desconocido de principios del siglo XVI.