El que es sin duda el Bienes de Interés Cultural más característico de Aranda son sus
bodegas subterráneas. Este impresionante entramado esta formado por 7 kilómetros de
túneles y bodegas vinícolas excavados a una profundidad media de 12 metros en el subsuelo de la localidad, y cuya
antigüedad varía entre los siglos XIV-XV.