Otro de los usos que fueron adoptando estas peculiares obras durante la época
medieval fue la de la función de
picota, lugar donde se exponían a los reos ajusticiados, ya que el uso de esta estaba en declive. En 1813 las Cortes de
Cádiz ordenan mediante un decreto, la demolición de todos los
rollos por su significado, que según estos refleja la vejación hacia el
pueblo castellano, es por este derrumbamiento masivo por el cual hoy en día los rollos jurisdiccionales que quedan en pie son considerados como importantes
monumentos históricos.