Ya que hemos mencionado la
Plaza del
Rollo, es hora de ver la más importante de las
plazas en la
historia de Aranda, la Plaza Mayor. Surgida en el
medievo como lugar común para celebraciones y festejos, no se incluyó dentro de los muros de la ciudad hasta el crecimiento de la misma, momento en el cual se empezaron a edificar
casas a su alrededor, mostrando un aspecto más parecido al que luce en la actualidad. Con el paso de los siglos, los
soportales que rodeaban el lugar fueron sustituidos por aceras y comenzaron a surgir diferentes puestos y negocios en sus inmediaciones.