uno de los más famosos y que tiene su propia representación en una de las sargas narra como fue capaz de someter a un
toro que había escapado de una corrida usando únicamente su voz, hecho que le valió para ser nombrado patrón de los toreros en 1951. Su actividad eclesiástica se desarrollo en los
monasterios Domus Dei y Scala Coeli ubicados en
La Aguilera y El Abrojo respectivamente.