Un dia de fiesta en villanueva de gumiel
Un día de fiesta en Villanueva de Gumiel
Un día único que no podrás olvidar.
Podemos comenzar el día con el despertar del reloj de la Torre. Previamente sus campanadas, cada hora, como no podía ser menos, te hará entender lo poco que de soñar te queda.
Después del chupito “a la cepa vieja” y de las tejas dulces empinadas, ahí al lado, en el monte San Cristóbal, podrás contemplar la salida del noble rey sol que, muy educado, te hará entender sus “buenos días”.
Desfilará ante ti todo un ejército con sus mejores galas. Los corzos con su “banda blanca culera” que se retiran a sus aposentos, los zorrillos con sus “abrigos de envidia”, los cuervos de “color cura antiguo”, las palomas desdibujando el cielo azul y los pajarillos de colores gorjeando tu despertar.
Un poco más tarde, el almuerzo no te hará esperar. El choricillo del amigo, los torreznos del vecino, el pan del camino, los aires del vino… por aquello de que no te puedes emborrachar.
Luego ya con el calor, a la playa del río Bañuelos, a jugar con las olas y a poder descansar. Moreno te vas a poner de tanta crema “pa untá”. No te olvides la sombrilla del chopo o lo vas a lamentar.
A eso del mediodía, te esperan para comer. Podemos comenzar con un paté de patatas reñidas, unos lomos de cangrejos de río, al aroma de pino piñonero, unas chuletitas desestructuradas, al estilo Ferrán Adriá, “lo mejor del hueso para ti, lo mejor del lomo para mí”. Todo ello regado con vino de toma pan y moja. Y de postre no podían faltar nuestras famosas “uvas garrapiñadas”.
Luego ya al tambor del aguacilillo, con ayuda de los nobles vecinos, para anunciar la fiesta del “cerdo tieso”, antigua matanza bestia, no sea que te olvides de dónde salen los jamones, las morcillas y los chorizos…de donde sale el “entre pan” de la vida, el “entre pan” que alimenta cada día.
Y ya al anochecer, el búho moreno del campanario, al pasar te dará a su manera las buenas noches, deseando que tu estancia entre los villanoveses haya sido muy especial, un día único que no podrás olvidar…y que seguro has de recomendar
Un día de fiesta en Villanueva de Gumiel
Un día único que no podrás olvidar.
Podemos comenzar el día con el despertar del reloj de la Torre. Previamente sus campanadas, cada hora, como no podía ser menos, te hará entender lo poco que de soñar te queda.
Después del chupito “a la cepa vieja” y de las tejas dulces empinadas, ahí al lado, en el monte San Cristóbal, podrás contemplar la salida del noble rey sol que, muy educado, te hará entender sus “buenos días”.
Desfilará ante ti todo un ejército con sus mejores galas. Los corzos con su “banda blanca culera” que se retiran a sus aposentos, los zorrillos con sus “abrigos de envidia”, los cuervos de “color cura antiguo”, las palomas desdibujando el cielo azul y los pajarillos de colores gorjeando tu despertar.
Un poco más tarde, el almuerzo no te hará esperar. El choricillo del amigo, los torreznos del vecino, el pan del camino, los aires del vino… por aquello de que no te puedes emborrachar.
Luego ya con el calor, a la playa del río Bañuelos, a jugar con las olas y a poder descansar. Moreno te vas a poner de tanta crema “pa untá”. No te olvides la sombrilla del chopo o lo vas a lamentar.
A eso del mediodía, te esperan para comer. Podemos comenzar con un paté de patatas reñidas, unos lomos de cangrejos de río, al aroma de pino piñonero, unas chuletitas desestructuradas, al estilo Ferrán Adriá, “lo mejor del hueso para ti, lo mejor del lomo para mí”. Todo ello regado con vino de toma pan y moja. Y de postre no podían faltar nuestras famosas “uvas garrapiñadas”.
Luego ya al tambor del aguacilillo, con ayuda de los nobles vecinos, para anunciar la fiesta del “cerdo tieso”, antigua matanza bestia, no sea que te olvides de dónde salen los jamones, las morcillas y los chorizos…de donde sale el “entre pan” de la vida, el “entre pan” que alimenta cada día.
Y ya al anochecer, el búho moreno del campanario, al pasar te dará a su manera las buenas noches, deseando que tu estancia entre los villanoveses haya sido muy especial, un día único que no podrás olvidar…y que seguro has de recomendar