EL OTOÑO EN LA RIBERA DEL DUERO
Estas tierras burgalesas
de la Ribera del Duero,
siempre te ofrecen sorpresas
aunque vivan bajo cero.
El otoño se presenta
entre lluvias naturales,
mientras el frío se aumenta
y se nota en sus portales.
Las bodegas se apasionan
con sus vinos de etiqueta,
los bodegueros razonan
al ver cumplida su meta.
Las cepas pierden sus hojas
y se divisan sarmientos,
sus viñas no se ven flojas
y no temen a los vientos.
Viñas que quedan desnudas
entre nieblas y pasiones,
existen mañanas crudas
con sus duras condiciones.
Esta Ribera del Duero
que sabe sufrir sus hielos,
es dura como el acero
y sabe aceptar consuelos.
El Duero marcha orgulloso
sin apenas poner trabas,
su campo vive dichoso
entre viñas que se alaban.
El otoño es sementera
entre los viejos pinares,
hay quien sueña primavera
en tan bonitos lugares.
Campos que dan armonía
cuando el Duero les divisa,
el otoño es melodía
que puede dejar su brisa.
G X Cantalapiedra.
Estas tierras burgalesas
de la Ribera del Duero,
siempre te ofrecen sorpresas
aunque vivan bajo cero.
El otoño se presenta
entre lluvias naturales,
mientras el frío se aumenta
y se nota en sus portales.
Las bodegas se apasionan
con sus vinos de etiqueta,
los bodegueros razonan
al ver cumplida su meta.
Las cepas pierden sus hojas
y se divisan sarmientos,
sus viñas no se ven flojas
y no temen a los vientos.
Viñas que quedan desnudas
entre nieblas y pasiones,
existen mañanas crudas
con sus duras condiciones.
Esta Ribera del Duero
que sabe sufrir sus hielos,
es dura como el acero
y sabe aceptar consuelos.
El Duero marcha orgulloso
sin apenas poner trabas,
su campo vive dichoso
entre viñas que se alaban.
El otoño es sementera
entre los viejos pinares,
hay quien sueña primavera
en tan bonitos lugares.
Campos que dan armonía
cuando el Duero les divisa,
el otoño es melodía
que puede dejar su brisa.
G X Cantalapiedra.