Aunque su etimología parece obvia, por los
arcos que tuvo y aun perduran en la antigua cerca murada, sin embargo algunos creen que viene de Arcas, con el significado de estanques de
agua. Como datos históricos hay que señalar que doña Juana la Loca residió en el
palacio, que el obispado de
Burgos tenía en la villa, durante un año largo acompañando al cadáver de su esposo, a principios del s. XVI; también que el Cardenal Mendoza y Bobadilla, en el año 1566, huyendo de la peste que asolaba Burgos, murió, a pesar de todo, en dicho palacio. Como curiosidad, hay que decir que su
torre mudéjar, de 35 ventanillas de
arco de herradura de ladrillo, es la única en toda la provincia.
La
iglesia, dedicada a
San Miguel Arcángel, es de varios estilos, partiendo del
románico en su
portada primitiva con fustes,
capiteles vegetales, archivoltas con ajedrezados y canes en toda la
fachada; hay otra clasicista, de Pedro Caballero y Pantaleón Rivas, en 1632, con
hornacina e imagen de San Miguel, de 1673, y rematada en
frontón. Interiormente el
gótico y el renacimiento aparecen en el cuerpo del templo de tres naves incompletas con
columnas, arcos y
bóvedas estrelladas de
piedra.
Se sabe que la reforma de este templo, muy entrado el siglo XVI, fue realizada por Juan de Vallejo. La
pila es de gusto románico con moldura en borde y copa lisa. Su
retablo mayor es clasicista con imagen de San Miguel y diez y seis lienzos de
escuela madrileña con apóstoles, evangelistas,
Calvario y otros
santos, destacando el gigantesco de San Miguel, atribuido a Juan Carreño discípulo de Velázquez, hoy fuera de su emplazamiento original y restaurado como conviene; y un sagrario renacentista con San Pedro, Resurrección y San Pablo. Otro barroco-rococó con un
Cristo yacente, Dolorosa vestida, San Roque, San Antonio y
Santa Catalina. Otro de Cristo con
cruz a cuestas, atado a la
columna, San Sebastián y San Miguel. Otro de hornacina con Santa Bárbara, en
capilla.
Y otro rococó con
Virgen vestida del Rosario, San Joaquín, Santa Ana, pequeña Inmaculada y Santa Teresa. Sin embargo, existe uno goticista en piedra policromada, de la escuela de los Colonia, con relieves de Virgen sedente con Niño, San Pedro, Santiago y Calvario. Aparte, hay un calvario suelto, del s. XVI, Crucificado de cofradía, busto de Cristo, San Pedro sedente y San José con Niño. También destacar, en retablo neoclásico, un lienzo del Cristo de Burgos, de Mateo
Cerezo el viejo; otro de la Virgen de la concha con Niño y otro de
Santo Domingo con la Virgen. Subrayar en orfebrería una cruz repujada de plata, de Lucas de Zaldibia, con cabujones y macolla poligonal con relieves, s. XVII; dos custodias doradas de sol y rayos con relieves y aplicaciones rococó, s. XVIII; y dos cálices de estilo rococó.
Atril renacentista de tijera en hierro forjado, s. XVI.
Órgano neoclásico deteriorado, procedente del
convento de San Francisco de Burgos, que estuvo en la
calle del mismo nombre. Cajonerías de
nogal con embutidos y ricos ornamentos, del s. XVII. Como colofón, decir que todo el templo ha sido rehabilitado y restaurados con gusto, tanto la torre mudéjar, como los paramentos y bóvedas interiores, que han sido picados.
Ermita de Santa Bárbara.