La
torre, mudéjar, de
Arcos de la Llana en
Burgos, es uno de los más bellos y raros ejemplares de este estilo en la provincia de Burgos y en el ámbito castellano-leonés. Se encuentra en uno de los extremos de la
iglesia y arropada por sillares de
piedra perfectamente escuadrados. El primer cuerpo de la torre, de piedra bien conservada, es de estilo
románico y se levante sobre una
bóveda de cañón
que puede observarse en el interior de la torre. Asimismo, en la pared del oeste y junto a la torre
románica, puede observarse una
puerta de medio punto que serviría de acceso a la primitiva iglesia. Varios
canecillos y dos
ventanas abocinadas, actualmente ciegas, constituyen otros tantos testimonios de su estilo románico hoy puramente testimonial.
Además de la torre, de ladrillo, conviene detenerse en la
portada románica próxima a la entrada del
palacio arzobispal.
Sería a lo largo de los siglos XV y XVI-XVII cuando se hicieron las grandes transformaciones arquitectónicas en el
edificio, en especial la puerta de entrada del Sur, en la plazuela del
Ayuntamiento, fechada en el año 1637, de estilo barroco. La conjunción de estilos tan diversos –románico, mudéjar,
gótico y barroco- confiere al
monumento religioso por excelencia, la iglesia parroquial de S. Miguel Arcángel, un atractivo singular.
Por lo que se refiere al interior de la iglesia parroquial, consta de tres naves y un crucero muy poco desarrollado, cubierta con
bóvedas estrelladas de finales del siglo XV y principios del XVI. La nave central termina en un
ábside rectangular actualmente cubierto con un
altar dorado de estilo barroco, dedicado a S. Miguel, titular de la
parroquia. Conviene señalar que el altar mayor está decorado con una valiosa colección de pinturas adquiridas a finales del siglo XVII (una colección de 24 según consta en los libros de
fábrica del archivo parroquial) en un talles de
Madrid por el arzobispo de Burgos. La estampa central estaría dedicada a S. Miguel Arcángel (actualmente en el
coro). El Hecho de existir diferentes motivos y
santos, sin conexión aparente, hacen pensar en la adquisición de un lote y su posterior adaptación al
retablo. Entre las pinturas, cabe destacar por su elegancia y expresividad el
calvario que corona el altar, los cuatro evangelistas, las figuras de S. José y S. Juan Bautista y muy especialmente la figura de S. Sebastián.
Jardines
Actualmente, ocupa el lugar central una talla gigantesca de
San Miguel Arcángel que rompe un tanto la armoniosa disposición de las pinturas barrocas del altar.
Ambos lados del altar mayor y cubriendo los
ábsides de las dos naves laterales se encuentran dos
altares barrocos dorados, de gran belleza. Uno de ellos, el de la derecha, está dedicado a la
Virgen de los Dolores, a cuyo pie descansa un
Cristo Yaciente del siglo XVII, tallado posiblemente en uno de los talleres de Burgos. Por último conviene detenerse en la
capilla dedicada a
Santa Bárbara, donde el visitante podrá contemplar una excelente talla de la Santa, de grandes proporciones, así como una bella cajonería, tallada, de
nogal negro.
A la entrada de la iglesia, en la pared de la izquierda encontrará un pequeño calvario del siglo XIII, tallado en madera policromada, que perteneció sin duda a alguna de las
ermitas hoy desaparecidas. Junto al calvario e incrustado en la pared un bello altar de piedra policromada, de estilo hispano flamenco, que también procede de algunos de los lugares de culto que fueron absorbidos por la villa de Arcos. Merece especial atención el
órgano y el
púlpito de hierro.
No se acaba aquí la riqueza
monumental y arquitectónica de la villa de Arcos. En su recorrido, el visitante puede encontrarse con algunos
monumentos que testimonian el esplendor de la villa durante los siglos XV y XVI.