Arcos de la Llana es una villa del Alfoz de
Burgos, situada en el centro de la provincia, al sur y cercana a la ciudad de Burgos, junto a la orilla izquierda del
río Ausines.
Arcos de la Llana surgió probablemente sobre un antiguo poblamiento. En algunos documentos del siglo X ya aparece citada la villa de Arcos. Un siglo después, el Rey Alfonso VI de
León y Castilla entregó la villa con todas sus pertenencias a la Abadía de
San Pedro de Cardeña. Posteriormente Alfonso VII entregó el lugar al
Hospital del Emperador de la ciudad de Burgos. En 1128 el mismo rey castellano hizo donación solemne del Hospital del Emperador con todas sus pertenencias a la mitra burgalesa. En 1565, con ocasión de la peste, el regimiento de la ciudad de Burgos se trasladó durante varios meses a la villa de Arcos.
También residió en la villa Doña Juana I de Castilla en 1507, acompañada del cadáver de su esposo, don Felipe I de Castilla “el Hermoso”. Y para conocer esta trascendental etapa de la
historia que acaeció en la villa, actualmente tiene lugar una representación teatral la última semana de agosto.
Tanto el guion, la dirección, como los actores, figurantes y organización, está compuesta por vecinos de Arcos.
Este
pueblo burgalés ofrece un interesante patrimonio histórico-
artístico.
Muy recomendable es la visita a la
iglesia de San Miguel Arcángel, se trata de un templo de origen
medieval con elementos románicos, mudéjares y barrocos, una variada muestra de estilos artísticos que abarcan desde el siglo XII al XVII, en perfecta armonía. Los elementos más antiguos de la iglesia son la
torre románico-mudéjar joya del templo que por sus características es un hecho inédito en la provincia de Burgos, el muro meridional y la bellísima
portada tardorrománica que se abre en dicho muro.
Antiguamente se encontraba completamente
amurallado. Se entraba en el pueblo a través de unos “arcos” de
piedra que le dan su nombre. El apellido “de la Llana” es muy posterior y hace referencia a un
mercado establecido en él.
Arco de Arriba y Arco de Abajo, se trata de dos de las tres
puertas que en su día contó la villa. En ellos podemos contemplar unos interesantes
escudos y restos de la
muralla medieval.
Fortaleza Renacentista del siglo XVI en el llamado
barrio de Santibáñez, conocida como el
Castillo o Torre de los Gallo.
Palacio Arzobispal, residencia veraniega de los obispos de Burgos en el siglo XVI y en el que curiosamente se utilizaron las
columnas de su
patio de estilo renacentista para ornato del
Salón de Columnas del Palacio de la Moncloa en
Madrid.
Ermita de
Santa Bárbara, construcción levantada en el siglo XVIII.
El inicio del siglo XXI trajo un profundo cambio de tendencia a la localidad, debido a la cercanía a la capital. En la actualidad, Arcos forma parte del área metropolitana de Burgos, constituyendo uno de los núcleos más poblados y de mayor crecimiento porcentual en los últimos años.
Arcos de la Llana, un
rincón de Castilla la Vieja con raíces milenarias, un esplendoroso pasado histórico y un presente lleno de esperanza.