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Portico de la Iglesia de Santa María la Mayor, ARENILLAS DE RIOPISUERGA

El río Pisuerga deja, en sus márgenes, gran abundancia de cantos y arenas, de ahí la denominación de esta villa. Su iglesia está dedicada a Santa María, construida en muy diferentes materiales, en diversos tiempos y estilos, pero, en general, con un buen resultado artístico. Parece que aquí intervinieron muy buenos artistas.
Presenta un ábside románico con ventanales tapiados y arquitos de tipo lombardo en alero; el campanario no es más que una espadaña transformada malamente en torre y rematada en un torpe chapitel; y termina con una portada de archivoltas apuntadas lisas, bajo pórtico de cinco arcos renacentistas. Todo ello en una buena piedra sillar, aunque no faltan algunos enfoscados. Interiormente es iglesia de tres naves con transepto prolongado en otras dos capillas laterales y cúpula central, combinando una variedad de estilos dentro del amplio recinto. Y así, el románico se desarrolla en la cabecera con bóveda de cañón; el crucero es gótico y la cúpula renacentista con bellas ménsulas, cornisas, inscripciones, relieves, arcos, bóvedas estrelladas, ricas claves decoradas y bolas; todo con una belleza fuera de lo común, dentro de una iglesia rural. Hay algunos retablos barrocos-rococó sin dorar con imágenes y relieves a tener en cuenta, como un Crucificado gótico, un Cristo yacente articulado, un San José con Niño, un San Pedro sedente y Virgen del Rosario, de José Carcedo. El retablo mayor es renacentista con Virgen sedente, Asunción y Calvario; y una buena serie de relieves con San Joaquín y Santa Ana, Anunciación, Visitación, Nacimiento, Reyes Magos, Presentación en el templo, Oración del huerto, Prendimiento, Flagelación, Cristo con la cruz, Piedad y Resurrección del Señor; y sagrario con los dos santos Juanes y la Resurrección. Hay también algunas tablas de otro retablo desmontado, fechado en 1675, con escenas de juicio y martirio de una santa mártir.
Aparte, Crucificado de pared goticista, en retablo de morteros enfoscados con San Lorenzo, dos Crucificados de pared en sacristía, Virgen del Rosario con Niño y racimo e Inmaculada barroca. También existen algunos lienzos de interés, como el de Ánimas con Inmaculada, Virgen americana y un Cristo de Burgos. En orfebrería, señalar una cruz de planchas de plata repujada, una custodia renacentista de tipo templete con repujados, de Francisco de Villegas, s. XVI, y dos cálices con repujados, nudo en ánfora y base poligonal con relieves, del s. XVI.
En su hermosa sacristía, con cúpula de bellas yeserías molduradas, se encuentra una cajonería de tres cuerpos, laterales y testero con relieves, buena mesa y aguamanil rosáceo. Aparte, un púlpito renacentista de piedra, juntamente con la celosía gótica del coro, un pequeño órgano neoclásico, una digna sillería coral y la cancela de salida. En esta iglesia, se necesita ir despacio, pues el visitante no se termina en el descubrimiento de detalles y sorpresas, sobre todo a causa de su variada y rica decoración hornamental