En los limites del
pueblo se han encontrado varios restos arqueológicos de la época Calcolítica, concretamente varios "hoyos de ceniza" en la zona de los Cascajos y cerca de la
Iglesia.
Según los historiadores
romanos, el pueblo que ocupaba esta zona antes de su conquista eran los turmódigos, también llamados turmogos y murbogos, pueblo formado por elementos de origen celta en la transición entre la edad del Bronce a la del Hierro y que se ocupaban en la
ganadería, (parece ser que de esta ocupación les viene el nombre) cuando se asentaban en poblados muy altos, y de esta en combinación con una
agricultura cerealista bastante desarrollada cuando el asentamiento era en páramos dominando alguna
cuenca fluvial. También cazaban y fabricaban
cerámica e instrumentos de metal y tenían una rudimentaria industria textil. Su lugar de procedencia era la actual
Bélgica de donde vinieron sobre el año 600 a. c. aproximadamente. Muy cercanos a ellos y hacia el Norte estaban los cántabros habiéndose encontrado castros en Amaya, Ordejón,
Icedo y el Perul por lo que Arenillas se encontraría en una zona fronteriza entre ambos
pueblos.
Las ciudades principales de los turmódigos de las que no hay duda respecto a su situación geográfica eran Deobrigula (Tardajos) y Segisamo o Sekisamos (Sasamón), ambas con continuidad en época
romana, en cambio de otras mencionadas por los historiadores latinos como Ambisma o Bravum, no hay seguridad sobre su ubicación actual situando algunos a la primera en Pampliega y a la segunda en Santibañez, Huérmeces o Ubierna y parece confirmarse recientemente que Autraka o Auca se correspondería con Castrojeriz.
Este pueblo no consta que se opusiese con mucha fuerza a la conquista de Roma, (entre el año 73 al 56 a. c.) pero parece ser que pidió ayuda a esta, al menos así lo cuentan y de esta forma se justifican los historiadores romanos, junto a sus vecinos: autrigones y vacceos, situados en la Bureba y al Oeste del Pisuerga respectivamente, ante los saqueos que sufrían por parte de los muy próximos y belicosos cántabros, pueblo que tenía una de sus ciudades mas importantes en nuestra cercana Amaya. Acudió el propio emperador Augusto en persona, al frente de varias legiones a Sasamón, para desde aquí dirigir las campañas contra estos pueblos norteños, entre los años 29 y 26 a. c., concluyendo estas guerras cántabras en el 19 a. c. e iniciándose a continuación una profunda e intensa romanización, pasando a depender nuestra zona a partir de entonces del
convento jurídico de Clunia (Coruña del Conde) incluido primeramente en la provincia tarraconense y mas tarde en la de Gallaecia.
En varios pueblos cercanos a
Villadiego (Barruelo, Villahizan,
Villanoño, etc) se han encontrado restos de villas
romanas, siendo la población cercana mas importante de esta época junto con Amaya, Tardajos y Castrojeriz, Sasamón, donde se cree que llegaron a estar alojados hasta 10.000 legionarios en algún momento y que su casco urbano ocupaba cuatro veces el tamaño del actual pueblo. Se han encontrado también restos de despoblados
medievales, en el pueblo e igualmente en otros pueblos vecinos.
Amaya, después de ser escenario de importantes batallas de cántabros contra romanos y también frente a visigodos y musulmanes, fue repoblada por el conde don Rodrigo en el año 860, siendo el núcleo desde el que se ocuparía toda la zona de Villadiego, fundado hacia el año 881 por su hijo Diego Rodriguez a quien le debe su nombre (villa de Didago). Apodado "Porcelos" fundó igualmente
Burgos en el año 884, también Ubierna, fue señor de Amaya y anexionó la Bureba. Según escribe el padre Fray Henrique Florez en su "
España Sagrada", toda la comarca estaría repoblada a finales del siglo IX, repoblación planificada y fomentada desde el poder político astur-leones, por lo que posiblemente en ese siglo o en el siguiente se poblara igualmente nuestro pueblo aunque no tengamos constancia escrita de ello.
Los foramontanos descendientes de hispanorromanos, visigodos y mozárabes, también de cántabros, vardulos, autrigones y bascones fueron ocupando tierras mediante el sistema de "presura" consistente en hacerse dueños de los terrenos que iban roturando y que posteriormente araban y cultivaban. Eran campesinos libres que buscaban un mejor medio de vida que el que padecían en los angostos
valles de los que procedían y que se regían por el fuero de "libre albedrío" basado en la
costumbre, en contraposición al "fuero juzgo" que regía en otros territorios. Los reyes otorgaban fueros y cartas-puebla con exenciones fiscales y privilegios para animar a las gentes a ocupar estas peligrosas tierras de frontera.
Dentro del Condado de Castilla, Arenillas perteneció primeramente al alfoz de Villadiego y mas tarde a su merindad, siendo citada por primera vez en el año 1203. como Arniella que en castellano actual es arena aunque también pudiera venir su nombre de arnella o lugar de
colmenas pero esta etimología es menos probable.
En 1751 el Marques de la Ensenada mandó hacer un Catastro con el objetivo de actualizar, unificar y también facilitar el cobro de los impuestos y para realizarlo se debía de responder a un amplio interrogatorio de cuarenta preguntas. Este fin modernizador no se consiguió pero ha servido como excelente
fuente de
información para conocer la situación de las poblaciones de Castilla a mediados del siglo XVIII. Entre las respuestas del "Lugar de Arenillas xunto a Villadiego " se dice 2ª "la jurisdicción ordinaria de este pueblo pertenece y ha pertenecido desde inmemorial tiempo a esta parte al excelentísimo Duque de Frías". 7ª "que hay olmos chopos, salzes". 10ª hay unas 10 fanegas de regadío (dos
huertas), 770 de secano, 200 obreros de viña, 40
carros de prados y 10 fanegas de heras de
trillar. 11ª Se cultiva "zenteno, cevada, yeros, titos, abena, lino, yerva y vino y ni otro alguno". 12ª Ganaderia "bueis
labranza, bacas, novillos, novillas,
yeguas, y sus crias de unas y de otras,
ovejas y sus crias, carneros, borros, borras y zerdos que se crian solo para matar en
casa de sus dueños". 21ª "numero de vezinos de treinta y uno, zinco viudas y no hay casa de
campo ni alquerias". 22ª "quarenta y quatro
casas habitables... la casa
hospital, la del
ayuntamiento..... en donde vive el pastor, casa
meson... la de tavernas y la
fragua... y no ay casa alguna arruinada". 32º "ai quatro arrieros". 34ª Oficios: Un oficial de cantería, un herrador y un herrero. 35ª."Ai seis jornaleros". 38ª "dos clerigos presviteros curas beneficiados".
Desde poco después, 1785 y hasta 1833 (censo de Floridablanca) perteneció a la cuadrilla de Olmos, partido judicial de Villadiego e Intendencia de Burgos.
Un siglo mas tarde, en el Diccionario Geográfico de Madoz de 1845-1850 aparte de los limites, lindes y otros datos, se dice del pueblo que tiene "38 casas de mala construcción, poco solidas y sin ninguna comodidad, entre ellas la consistorial con pósito", también "un
molino harinero en bastante mal estado y varios
pozos de
agua entre los que sobresale el conocido por el bueno a causa de sus abundantes y exquisitas
aguas que aprovechan los vecinos para su consumo doméstico" y "el terreno es de mediana calidad, tiene una pequeña parte de viñedo y unos prados para pasto de
ganados, produce trigo, cebada, avena, legumbres y vino solo para el abasto del pueblo" y la "población 34 vecinos, 127 almas".
En la actualidad Arenillas pertenece al municipio de Villadiego, (junto con 31 pueblos mas) y al partido judicial y provincia de Burgos. Hasta 1969 era ayuntamiento propio junto con las actuales pedanías de
Villahernando,
Villaute y
Villalibado con sede en Arenillas y
juzgado de Paz, contando en el momento de la incorporación conjuntamente las cuatro localidades con 97 vecinos y 391 habitantes. Como toda la comarca y la región, se encuentra en un grave proceso de despoblación (ahora hay solamente veinte habitantes censados y menos de diez viven durante todo el año, aumentando los fines de semana y en
verano, sobre todo en Agosto). Este proceso comenzó en la década de los años sesenta con la emigración principalmente hacia
País Vasco,
Madrid y
Cataluña, problema que se ha agravado en la actualidad con el fallecimiento de los mayores sin relevo generacional.