Con sus
playas naturales de fina arena en la orilla sur del
embalse del Ebro,
Arija mantiene vivo el recuerdo de los gloriosos tiempos en que fuera un enclave industrial de primera magnitud, cuando todavía no existía el embalse y cuando la arena estaba allí, pero todavía no había playas.
El conjunto urbano de Arija se encuentra dividido en dos
barrios, el de Arriba o Antiguo y el de Abajo llamado
Barrio de Virga. Los separa una cola del embalse y la
historia reciente. El barrio antiguo fue el núcleo de población de Arija durante siglos y el barrio de Virga surgió a comienzos del siglo XX en torno a las instalaciones de Cristalería Española.
¿QUÉ PUEDES VER?
Embalse del Ebro
Auténtico
mar interior de
agua dulce, paraíso ornitológico y escenario ideal para la práctica de
deportes acuáticos.
Entorno natural y vida rural
El entorno que rodea a Arija es privilegiado: pequeños
pueblos de economía ganadera, verdes pastizales y tupidos bosques autóctonos. Arija comparte la propiedad del cercano
Monte Hijedo, una de las masas forestales caducifolias más extensa y mejor conservada del norte del país. Un
sendero recorre este bosque de roble albar, hayas e incluso tejos centenarios.
Barrio de Virga
En 1905 quedó constituida en Arija la empresa Cristalería Española y comenzó un período de gran auge económico. Arija se convirtió en un importante centro industrial de fabricación de vidrio. En pocos años, nació el barrio de Virga, con nuevas barriadas de viviendas para obreros y zonas residenciales con elegantes chalets destinados a los directivos de la empresa.