RUINAS DEL
CASTILLO, importante alfoz de la Reconquista:
En lo más alto del escarpado cordal calizo que se alza frente al
pueblo de
Arreba y mimetizadas con el roquedo, se localizan las ruinas del castillo de Arreba. Esta legendaria fortaleza, situada estratégicamente para vigilar las
vías de comunicación que desde el Ebro atravesaban el desfiladero de la Nava, fue un importante bastión en el alcance de los astures y montañeses que bajaban desde el norte para repoblar unas tierras que en aquellos remotos tiempos, siglos VIII y IX, se llamaban las Bardulias. Años después, en torno al 1040, también fue testigo de los duros enfrentamientos fronterizos entre navarros y castellanos. Con el tiempo pasó a manos de los más poderosos señores feudales de las Merindades: los Velasco.
A pesar de los escasos restos que se conservan, todavía se percibe su curiosa planta –muy bien adaptada a la estrecha cima rocosa sobre la que se ubica- con forma de
barco alargado. Con unos veinte metros de largo, por cuatro en la zona más ancha, sus muros fueron levantados en mampostería de no muy buena calidad.
Para llegar hasta la fortaleza hay que salir caminando desde Arreba, en concreto desde su
barrio del Castillo, y ascender hasta la empinada cresta sobre la que se yerguen sus casi inaccesibles restos."
(DEL RIVERO, ENRIQUE;
Rincones singulares de
Burgos II. El sur de las Merindades. Caja de Burgos, 1998).
IGLESIA DE
SAN JUAN BAUTISTA con
retablos recientemente restaurados (Estilo plateresco).
LA
ARQUITECTURA POPULAR de sus
casas de
piedra es la típica de la zona: la mayoría de tres plantas, la última con un gran
balcón o solana. Algunas tienen
escudos tallados en piedra.
También posee varios
LAVADEROS comunitarios,
FUENTES,
ABREVADEROS y un
POTRO donde se herraba a los animales.