Localidad: Arreba en Valle de Manzanedo (Burgos)

Emplazamiento: En el barrio del castillo de Arreba, en el Paso de la Nava, se alza la peña llamada del «castillo». Esta en el cruce de la carrerera BU-V-5741 que viene de San Miguel de Cornezuelo y la Bu-V-5742 que va a Zamanzas.

Yacimiento arqueológico visitable de forma libre. Hay un panel informativo junto a la iglesia carretera y en la cima donde está el castillo.

Recientemente se han acondicionado los accesos a la peña.

Descripción: En lo alto de la peña del Castillo se conservan las ruinas de una fortaleza medieval, de tipo militar, documentada ya en el s. XI pero de origenes más antiguos.

Enfrente, en la otra peña, se conservan restos posiblemente pertenecientes a otra torre y a sus pies un poblado altomedieval, donde hace años se encontraron tumbas.

La fortaleza está delimitada por muros de sillar, algunos bien labrados y otros de tipo rústico, unido con mortero del que apenas quedan un muro de la torre principal, parte de su perímetro y entrada.

Sus dimensiones son muy reducidas con una planta aproximadamente triangular de 20 por 5 metros, repartida en tres estancias o estructuas.

A juzgar por la documentación que se refiere a la fortaleza, debió ser edificada por el rey de Navarra como puesto fronterizo con la Castilla de Fernando I, surgida tras la división territorial acaecida en el año 1035 tras la muerte de Sancho III el Mayor. Se sabe que Salvador González, fue su “tenente” o alcaide del castillo.

Las luchas por su dominio fueron constantes a lo largo del siglo XI. Enfrente estaba el alfoz de Bricia, en manos castellanas, pero que antes también fue castillo navarro.

Este castillo y el cercano de Bricia eran las fortalezas fronterizas navarras más alejadas del reino y las primeras en perderse.

Para algunos el nombre de Arreba, puede proceder “ad-repa”, (arriba) lo que hace suponer a algunos autores que existiría allí alguna defensa desde los primeros tiempos de la Reconquista. Otros ven el significado de «arreba», del euskera, «hermana de hermano», algo lógico ya que los navarros hablaban ese idioma