"A pesar de los escasos restos que se conservan, todavía se percibe su curiosa planta -muy bien adaptada a la estrecha cima rocosa sobre la que se ubica- con forma de barco alargado. Con unos veinte metros de largo, por cuatro en la zona más ancha, sus muros fueron levantados en mampostería de no muy buena calidad.
Para llegar hasta la fortaleza hay que salir caminando desde Arreba, en concreto desde su barrio del Castillo, y ascender hasta la empinada cresta sobre la que se yerguen sus casi inaccesibles... Poco a poco el tiempo va quitando las pocas piedras que le quedan en pie al viejo castillo.