Ya dentro de los
montes que forman el macizo de la
Sierra de Neila, a considerable altura, a la mitad de una dura pendiente de la
carretera de
Salas de los Infantes a Nájera, (que nos engaña a los ciclistas cuando hacemos la ruta del Manquillo, porque vamos sicológicamente preparados para subir
dicho
puerto y nos encontramos antes con el duro engaño de la cuesta de Arroyo), a 6 km de Salas de los Infantes y 61 de
Burgos, encontramos a
ARROYO DE SALAS.
Lo rodean
Terrazas de la Sierra,
Hoyuelos de la Sierra,
Piedrahita de Muñó,
Pinilla de los Moros y
Castrovido; y en el Catastro del Marqués de la Ensenada figura como lugar de señorío perteneciente al Duque de Frías.
Su nombre aparece escrito por primera vez en la
historia en el siglo XII en el cartulario del
monasterio de
San Pedro de Arlanza con la denominación de “Aroio”.
Contaba en 1848, según Pascual Madoz en su Diccionario geográfico, con 80 habitantes, que se mantenían con 75 en 1900 y que alcanzaban su apogeo al
llegar en 1950 hasta 100 personas. La dura realidad de la emigración lo ha dejado en 13 en el año 2000.