En unos parajes con cierto ambiente bucólico,
camino del
parque natural de Valderejo, se encuentra este
pueblo con su
iglesia, dedicada a
Santa María, bien aparejada de
piedra sillar con un
ábside rectangular con contrafuertes;
espadaña de dos cuerpos con campanil; y
portada apuntada de molduras y
ventanales de trazas tardo góticas. Interiormente se nos presenta como iglesia de una nave con
columnas,
arcos y
bóvedas de crucerías góticas.
Pila románica con gallones rudos, moldura y pie cilíndrico. Tiene tres
retablos barrocos salomónicos con imágenes de
San Bartolomé,
Virgen sedente con Niño, s. XIV, y Santa Ana?, santito y pinturas populares. Otro barroco con San Antón y Crucificado, junto con pinturas del rostro de
Cristo, San José y santa con libro. El
retablo mayor es clasicista con Virgen con Niño, San Miguel, San Esteban, San Benito, San Sebastián, San Francisco y
Calvario; relieves de la Anunciación y Visitación; pinturas populares de los Evangelistas; y en el sagrario, Ultima Cena, San Pedro y San Pablo. Aparte, Crucificado de pared.
En orfebrería
cruz de gajos, de García Montero, con cabujones en macolla, s. XVI; cáliz goticista cincelado y repujado con finos dibujos incisos, de plata sobredorada; otro torneado y
juego de vinajeras en su
color. En la sacristía de
bóveda de cañón, cajonería lisa de un cuerpo, laterales y testero. Aguamanil de
cerámica.