Fiestas "cantadas" que comenzaron en la
casa de nuestros
santos veraniegos
San Emeterio y San Celedonio, que este año le han cedido el protagonismo y la bendición a San Roque. Con el perdón de San Martín, nuestro primigenio patrón, que ha tenido que entender que el
otoño no es mes adecuado para celebraciones.