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Terneros en cebadero de engorde, BARCENA DE PIENZA

Bárcena de Pienza es una pequeña y dispersa localidad y una pedanía del municipio de Merindad de Montija, situada al norte de la provincia de Burgos, en el abierto y plano Valle del río Trueba, en la comarca de Las Merindades.
Su nombre aparece escrito por primera vez en documentos del siglo XI del monasterio de San Millán de la Cogolla,
Tenía jurisdicción de señorío perteneció a los Salazar para pasar, un siglo después, a los Velasco y de estos, por donación al Hospital de Cartujos de Medina de Pomar.
Su actividad está basada en la ganadería, sobre todo bovina, y la agricultura.
Los restos románicos que se conservan en esta localidad se reparten en dos edificios, la iglesia parroquial de San Vitores y el maltrecho ábside que se alza en el cementerio.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción fue la vieja iglesia parroquial de esta población, pero debió ser sustituida en el siglo XIX por un edificio nuevo al encontrarse en mal estado de conservación. En la actualidad es una ruina de la que sólo se ha conservado la cabecera románica. Hoy acoge el pequeño cementerio local.
La lejanía al pueblo, su mal acceso, el estado ruinoso y las crecidas del río que anegaban los alrededores motivaron su abandono, A mediados del siglo XIX, el culto se trasladó a la ermita de San vítores.
La actual iglesia parroquial, bajo la advocación de San Vitores, se encuentra en el sector occidental del disperso caserío. Es una pequeña y modesta construcción que debió levantarse allá por los siglos XVII o XVIII como ermita.
Del patrimonio natural de la localidad destacan la existencia de un conjunto de lagunas de origen tectónico, también llamados Pozos de la Lama o Lagunas de Antuzanos, son de un gran calado natural, donde el visitante tendrá la posibilidad de pasear y disfrutar de un enclave rural y acogedor paraje natural. La laguna grande, Laguna de Bárcena, pertenece a Bárcena de Pienza y otras más pequeñas forman parte del área de la localidad vecina de Gayangos, y en ellas crían aves acuáticas tan poco abundantes como el zampollín cuellinegro, el porrón común o el pato cuchara.