SU DESCONOCIDO SEPULCRO
Este pequeño
pueblo burebano, situado muy cerca de la orilla del
río Oca, conserva en el interior de su modesta
iglesia un verdadero y casi desconocido tesoro
artístico: un doble sepulcro renacentista labrado en alabastro. El notable y bien conservado mausoleo pertenece a los condes de la Revilla, señores del lugar y miembros de la todopoderosa
familia de los Velasco.
El doble sepulcro, fechado a finales del siglo XVI, es exento y pertenece a una tipología renacentista de origen italiano bastante frecuente en
Burgos y cuyo más señalado ejemplar se conserva en la
capilla del Condestable de la
Catedral.