En un recoveco del
valle del Tozo, al pie de una larga y pronunciada pendiente de la
carretera que, partiendo de
Basconcillos del Tozo, asciende hasta la lora, a orillas del
río Rudrón -lo cual ya indica belleza- una vez resurgido el Hurón, que se oculta en Basconcillos, se encuentra situado
BARRIO-PANIZARES a 64 km de
Burgos.
Lo rodean
Hoyos del Tozo,
Valdeajos de la Lora, el despoblado
Lorilla,
Arcellares del Tozo y Basconcillos.
Según Joaquín Ciudad Pérez, el primer dato escrito del lugar aparece en la donación del rey Sancho II a Oca en 1068, al intentar restaurar aquella diócesis. Y el Marqués de la Ensenada, recogiendo las declaraciones de sus pobladores en 1752 lo incluye en su célebre Catastro entre los lugares de realengo, pues pertenecía únicamente al rey, al que pagaban tributos.
Sesenta y dos habitantes poblaban el lugar en el año 1848, según Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. En sintonía con la inmensa mayoría de
los
pueblos de la provincia (y en este caso de modo asombroso) se habían multiplicado por tres al finalizar el siglo XIX y contaba con 147 en el año 1950. Como en casi todos, la dura realidad de la emigración lo ha dejado en 10 en el año 2000.