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BARRIO PANIZARES: "Zamora la bien cercada" la llamó Fernando I de León...

"Zamora la bien cercada" la llamó Fernando I de León y Castilla (Fernando el Magno), que fue quien, en 1055, la reconstruyó, repobló con montañeses y amuralló nuevamente, para cedérsela luego a su hija Doña Urraca (Urraca de Zamora). Su posición privilegiada la hizo objeto de disputa entre los divididos reinos cristianos. Durante uno de los cercos a la ciudad sucedió un hecho notable que se perpetuó en el romancero español: la muerte a traición, a manos del noble zamorano Vellido Dolfos y en el todavía denominado portillo de la traición de la muralla, del rey Sancho II cuando intentaba tomar la ciudad gobernada por su hermana. La posibilidad de que el inductor hubiera sido el principal beneficiado (el rey Alfonso VI), es la que, según los cantares de gesta, habría provocado que uno de los nobles castellanos presentes en el asedio, Rodrigo Díaz de Vivar (el futuro Cid) le hiciera jurar no haber participado en la muerte de su hermano (la famosa jura de Santa Gadea -Burgos-). Tanto la infamia de Vellido como el atrevimiento de Rodrigo han pasado a ser tópicos literarios y hasta coloquiales, así como la bravura de la ciudad durante el asedio, inmortalizada en el dicho No se ganó Zamora en una hora.