Su
iglesia, que está dedicada a
San Pedro Apóstol, es renacentista, de una sola nave, amplia, abovedada, con canes lisos a lo largo de toda ella en
el exterior. Su
ábside es rectangular con contrafuertes.
La
portada es renacentista, de 1653, amplia, con
arco de medio punto; y la
torre es cuadrada, rematada en pináculos, con seis huecos y dos
campanas y
un alto y profundo arco de medio punto que vacía más de media torre en el exterior del hastial de los pies.
La
pila de bautismo es
románica, avenerada por dentro y por fuera, sencilla y el
retablo mayor es barroco, de Cristóbal Bañuelos en 1663. Tiene una buena celosía
gótica en el
coro.
Sus libros parroquiales comienzan en 1564.
Su suelo es rico en yacimientos arqueológicos ya que están catalogados uno Tardorromano con posibles restos Altomedievales; tres Altomedievales; y, además, otro posiblemente
Medieval y cuatro de época sin determinar.