por Pedro Lozano
Huerta
En un asentamiento
romano, con huellas inequívocas de esa época (
puente y lugar de paso de una calzada), se sitúa la
ermita de
Santa Cecilia al pie de la peña Cervera y en la ribera del
río Mataviejas. Equidistante de
Santibáñez del Val y
Barriosuso, en pleno
valle de Tabladillo, hallamos esta reliquia de numerosas transformaciones arquitectónicas. La
iglesia es de una sola nave, de planta basilical con muros de
piedra de sillería y sillarejo. Hay huellas indudables del siglo IX siguiendo modelos hispanovisigodos. Sin embargo, no se han parado ahí las manos constructoras y este templo ha recibido diferentes transformaciones a lo largo de los siglos… Hay documentación que asegura la existencia de un antiguo
monasterio situado en el lugar que hoy ocupa la iglesia parroquial de Santibáñez del Val, el cual «desde el siglo XI (año 1041) dependió primero de Arlanza y más tarde de Silos».
Desde el exterior llama la atención la austera y a la vez solemne galería porticada. Consta de cuatro arcadas de medio punto bastante peraltadas, que escoltan a uno y otro lado el
arco principal de entrada en el recinto. El muro es de piedra de sillería. El
tejado descarga sobre una cornisa que se apea en diecisiete
canecillos de estructura de caveto y sin otra decoración. Con todo, esta construcción ya es muy reciente.
De mayor interés es la
portada románica incrustada en el muro sur y sin duda de la época románica. Consta de una arquivolta, guardapolvo y el arco de medio punto de sección modelada.