En un pasado no muy lejano el pueblo poseia cierta categoria, sin hacer tanta alabanza a sus "majestades" los burros, ya conocidos de antemano en el mismo pueblo y en otros de la comarca, donde nos recitaban con sus lamentos en la busqueda de jugar a los lanceros con burras proximas dando las doce sin usar la campana donde hacian mover la cola a la serpiente de la cueva y rechinar la espada del Cid.