Villangomez aparece igualmente en el Libro de las Behetrías de Castilla (1352), una institución de la que gozaban muchas villas castellanas por la que podían elegir a su “benefactor” y mantenerlo el tiempo que quisieran.
El ayuntamiento de Villangomez incluye hoy al de Villafuertes, pero antaño incluía otras dos villas hoy desaparecidas como Basconcillos y Quintanilleja. Basconcillos aparece en el Becerro de las Behetrías con personalidad propia y como lugar de señorío de la Catedral de Burgos, a la que en el año 1352 no pagaban el impuesto de infurción (impuesto de solares) porque la famosa peste negra había disminuido mucho la población. Contribuían a la hacienda del rey con 90 maravedises; la explotación de las fincas propias del cabildo la pacta en el año 1427 el famoso Alonso García de Santa María, que luego será obispo de Burgos, el que levantó las torres de la Catedral por diez florines de oro. La otra localidad, Quintanilleja, era propiedad del Conde de Montijo, padre de la emperatriz de Francia, al que los vecinos pagaban en el año 1843, 80 fanegas de trigo y cebada.
El ayuntamiento de Villangomez incluye hoy al de Villafuertes, pero antaño incluía otras dos villas hoy desaparecidas como Basconcillos y Quintanilleja. Basconcillos aparece en el Becerro de las Behetrías con personalidad propia y como lugar de señorío de la Catedral de Burgos, a la que en el año 1352 no pagaban el impuesto de infurción (impuesto de solares) porque la famosa peste negra había disminuido mucho la población. Contribuían a la hacienda del rey con 90 maravedises; la explotación de las fincas propias del cabildo la pacta en el año 1427 el famoso Alonso García de Santa María, que luego será obispo de Burgos, el que levantó las torres de la Catedral por diez florines de oro. La otra localidad, Quintanilleja, era propiedad del Conde de Montijo, padre de la emperatriz de Francia, al que los vecinos pagaban en el año 1843, 80 fanegas de trigo y cebada.