Restos del CASTILLO, BELBIMBRE

El castillo de Belbimbre se localizada sobre el monte que hay a espaldas del pueblo en un espigón situado en el espacio delimitado por el río Arlanzón y el río Cogollos, en la margen izquierda de este último sobre la localidad. Se trata de una estrecha plataforma orientada al NO de cortas y pendientes laderas, desde donde se obtiene un amplio dominio de la extensa vega generada por el interfluvio de los cauces mencionados.

En el morro del espigón se encuentran los restos de una fortaleza, realizada con piedra de toba, observándose completa la base de un lado. Sobre la plataforma se localizan siete hoyos-silos de gran profundidad, cuya la boca está reforzada por cuatro lajas dispuestas en horizontal y cubierta también con una laja de caliza.

Los escasos restos de la fortaleza, que los vecinos llaman «el castillo», se concretan en la base de uno de los lados y parte de las otras dos. Está construido en mampostería con piedra de toba. Los cimientos son muy gruesos, llegando casi a los dos metros de espesor con relleno de cal y canto; alcanzan el metro de profundidad y sobresalen ligeramente de la vertical de los lienzos. Teniendo en cuenta estos escasos datos, podríamos adscribirlo al s. XVI, momento en que Belbimbre estaba en manos del matrimonio formado por Luis Manrique e Inés de Castilla. Posteriormente su hija Ana casó con Rodrigo de Mendoza pasando Belbimbre y su castillo a los condes de Castro. El catastro de la Ensenada nos confirma cómo el conde de Castro era un auténtico terrateniente en Belbimbre. (1)

La falta absoluta de datos impide datarle con segu­ridad. Teniendo en cuenta sus medidas (unos 20 mts. de lado), el grosor de los muros, emplazamiento, mate­riales… podría atribuirse al s. XV, pues son caracterís­ticas que corresponden a los castillos levantados en este siglo. (2)

La torre de Doña Imblo pudo ser la primera defensa de la localidad, tras su fundación por el conde Gonzalo en el s IX. Alfonso VIII le dio fueros en 1187.

El castillo en el siglo XVI Belbimbre estaba en manos del matrimonio formado por Luis Manrique e Inés de Castilla. Posteriormente su hija Ana casó con Rodrigo de Mendoza pasando Belbimbre y su castillo a los condes de Castro. El catastro de la Ensenada nos confirma cómo el conde de Castro era un auténtico terrateniente en Belbimbre.

El conde Gonzalo creo en el siglo IX el Alfoz de Bembibre, que se consolidó en el X con repobladores por su importancia en el control de caminos a Valladolid, Palencia y Portugal. De entonces dataría el castillo que fue reconstruido en el siglo XV.