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cerezas de caderechas, el sabor del verano, BENTRETEA

CEREZAS DE CADERECHAS, EL SABOR DEL VERANO
En Burgos esperamos con ansia la llegada del verano. Y no por el calor, del que por aquí por suerte no abusamos, sino porque es la época en la que todas las fruterías y mercados de la ciudad se visten de gala para recibir un señalado regalo de la naturaleza: las cerezas del Valle de las Caderechas.
Cuando ya se han agotado esos apetitosos frutos de las otras zonas productoras del país entran en escena los procedentes de ese paradisiaco valle burebano.
Al ser las más tardías de España y —casi— de toda Europa, destacan por su matizado equilibrio entre dulzor y acidez. Otro valor añadido de estas cerezas burgalesas —en la provincia también son muy apreciadas las procedentes de Covarrubias— es que su consumo se alarga, por lo menos en algunas variedades, hasta comienzos del mes de agosto.
La calidad de las cerezas de Caderechas está amparada por su Marca de Garantía, un distintivo oficial que certifica que los frutos han sido cultivados, recolectados y comercializados cumpliendo unos exigentes parámetros de calidad y respeto al medio ambiente.
Los fruticultores de Caderechas se distinguen por el mimo con el que tratan la tierra de su amado valle. Todos ellos se han comprometido a no utilizar herbicidas, material vegetal transgénico, hormonas o reguladores del crecimiento. Y algo muy importante para que las cerezas lleguen hasta nosotros en las mejores condiciones: todas se recolectan a mano y con suma delicadeza.
Un cuidado del entorno natural al que los consumidores responsables podemos contribuir comprando alguna de las diez variedades de cereza cultivadas en la zona. Cada una tiene una presencia, un olor, un sabor y una textura diferentes que convierten su degustación en un placer para los sentidos.
Cada vez que catemos una cereza de Las Caderechas nos va a quedar un ensoñador retrogusto que nos transportará a ese bello rincón de privilegiado microclima, que todos los meses de abril se viste con el blanco y milagroso manto de sus miles de cerezos en flor.