Su
iglesia estaba dedicada a
San Pedro, Apóstol, de una nave con
arcos ojivales y mampostería, ahora en plena
ruina. Su
ábside era rectangular con contrafuertes y se conserva aún, además de algunas paredes y la
espadaña rematada en
cruz con dos huecos con impostas y sin
campanas.
Las imágenes fueron trasladadas a la iglesia de
Bóveda de la Ribera.
Sus libros parroquiales dan comienzo en 1621