Las estribaciones de los
montes que separan la Merindad de Cuestaurria y el
valle de losa cobijan en lugar recóndito a este
pueblo resucitado, que Elías Rubio Marcos incluye entre los
pueblos despoblados en su libro “los pueblos de silencio”, y que así fue en realidad. Se llega hasta él utilizando la
carretera que une Medina de Pomar con
Criales de losa por
Bóveda de la Ribera. Pasado este pueblo hay un indicador a la derecha hacia
BETARRES, que dista 22 km de Villarcayo y 97 de
Burgos.
Lo rodean Criales de losa,
Gobantes,
Villate de losa, Villanueva de
Rosales, Bóveda de la Ribera y los montes.
Era lugar de señorío (del duque de Frías) según el Catastro del Marqués de la Ensenada 303 y su nombre se encuentra escrito por primera vez en el
censo-pesquisa que hizo el Rey Pedro I en toda Castilla en el año 1352, que luego dio en llamarse el libro de las Behetrías.
Según Pascual Madoz en su Diccionario geográfico contaba en 1848 con 23 habitantes, que habían aumentado hasta 44, la cifra más alta de su
historia, en 1900.
Estaban censados en 1950 ya solamente 14 personas. Quince años más tarde quedaba completamente vacío, aunque en la actualidad se puebla en los
veranos y algún
fin de semana, ya que se han rehabilitado algunas de sus
casas