En una
carretera local que va haciendo
arco en torno a
Roa de Duero por el oeste, bajo la vigilancia de la cuesta de Manvirgo, por donde sale
el sol, entre las localidades de
Quintanamanvirgo y
Pedrosa de Duero, encontramos a
BOADA DE ROA, a 8 km de Roa, 28 de Aranda y 82 de
Burgos.
Hacen límite y corona a su alrededor Roa de Duero,
Anguix, Quintanamanvirgo,
Guzmán,
Villaescusa de Roa y Pedrosa de Duero.
De la importancia histórica del lugar da fe el hallazgo del primer dato escrito sobre su nombre, que aparece el 1 de marzo de 937 en un
documento de donación de Diego Rodániz y su mujer Teresa al Abad Claudio de
San Pedro de Arlanza. Después fue lugar de señorío, como atestigua en su Catastro el Marqués de la Ensenada, pues pertenecía al conde de Siruela.
Como la mayoría de los
pueblos del sur de la provincia, contó siempre con abundante población y así en 1848 tenía ya 245 habitantes, como atestigua Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. Habían aumentado considerablemente al acabar el siglo, llegando a 404 en el año 1900.
Mantenía bastante bien su censo de 1950 con 349 personas, y, como en casi todos los pueblos de la provincia, ha quedado reducido a 60 personas
en el año 2000.