Héctor Valdivielso Sáez, también conocido como
san Héctor Valdivielso o san Benito de Jesús (Buenos Aires,
Argentina, 31 de octubre de 1910–Turón,
España, 9 de octubre de 1934) fue un religioso y mártir argentino, del Instituto de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas —Hermanos de La Salle— ejecutado durante la Revolución de
Asturias de 1934, previa a la Guerra Civil Española.
Fue el primer
santo de la
Iglesia Católica nacido en Argentina y el único desde su canonización en 1999 hasta el 16 de octubre de 2016 (ese día fue canonizado el cura José Gabriel del Rosario Brochero). Como miembro del Instituto fundado por san Juan Bautista de La Salle, nunca fue sacerdote, pues es una congregación religiosa cuyos miembros profesan votos pero no reciben el sacramento del orden sagrado. Forma parte del grupo de los Mártires de Turón, junto a otros siete Hermanos de las Escuelas Cristianas y un sacerdote pasionista.
Biografía
Nacimiento e infancia
Héctor Valdivielso nació en el
Barrio de Boedo, Buenos Aires, Argentina, en 1910, siendo hijo de padres españoles, procedentes de
BRIVIESCA La Bureba, en
Burgos,. El 26 de mayo de 1913 fue bautizado en la antigua iglesia de San Nicolás de Bari, (ciudad de Buenos Aires). Sus padres se mudaron a Briviesca, España en 1914.
Frecuentó la
Escuela municipal y la de las Hijas de la Caridad. El 31 de agosto de 1922 ingresó, con su hermano José, en la cercana
casa de Bujedo, aspirantado de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Se ofreció voluntario para realizar el noviciado menor en la casa misionera de Lembecq-lez-Hall,
Bélgica, previa autorización de sus padres. El pensó que así podría ir pronto a su "patria Argentina" [cita requerida], como decía en una carta[cita requerida].
Religioso educador
En 1926 regresó a Bujedo para hacer el Noviciado, recibiendo el hábito el 6 de octubre y tomando el nombre de Benito de Jesús, como era
costumbre en la época. Pronunció los primeros votos el 7 de octubre de 1927. Después estudió allí Magisterio.
El 24 de agosto de 1929 fue destinado al
colegio de Astorga,
León. Allí se entregó a los grupos apostólicos del Colegio, como los «Tarsicios» y a trabajar como promotor de prensa.
En 1933, el Hermano Benito de Jesús es destinado a Turón, en las Cuencas Mineras asturianas. Debido a las leyes de la II República española, tenía que pasar por profesor seglar, al menos de forma oficial y pública.
El 4 de octubre de 1934 dimite en pleno el gobierno de Ricardo Samper y el presidente de la República, Niceto Alcalá
Zamora, confía la formación del nuevo gobierno a Alejandro Lerroux, jefe del Partido Radical. Al entrar en el gobierno elementos de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), presididas por el político José María Gil-Robles, los grupos de izquierda amenazan con propagar una revolución, con el ideal de la revolución rusa de 1917 en el horizonte.
En Asturias, esa misma
noche comienzan las luchas en Gijón, Pola de Lena y, sobre todo, Oviedo. Los mineros y obreros se lanzaron a la revolución, guiados por los Comités locales revolucionarios, formados por militantes socialistas y comunistas. Los sacerdotes y religiosos fueron considerados enemigos del
pueblo y se dio orden de detenerlos a todos. En la retaguardia que suponían los
valles mineros, y el de Turón entre ellos, se utilizaron los talleres de la
mina para preparar material bélico. El colegio de los Hermanos estaba en el punto de mira, aunque muchos habitantes del pueblo, incluso revolucionarios, quisieron salvar a los religiosos en reconocimiento a la labor educativa que realizaban desde 1917.
Muerte
Justo después de realizar los ejercicios espirituales anuales, el Hermano Benito de Jesús fue detenido junto a su comunidad y al capellán el 5 de octubre de 1934, mientras rezaban en la
capilla. Todos fueron encarcelados y sometidos a juicio revolucionario en la Casa del Pueblo.
A pesar de que varios habitantes del
valle intercedieron por los religiosos, san Héctor y su comunidad murieron fusilados cerca del
cementerio de Turón, junto a otros presos políticos.
Héctor Valdivielso Sáez, el primer santo argentino, entregó su vida el 9 de octubre, el mismo día que comenzaba en su país el Congreso Eucarístico Internacional de 1934 que marcó un renacimiento del catolicismo argentino, un hito a partir del cual se inició una vida nueva de la Iglesia en la Argentina, aumentaron las diócesis, crecieron las vocaciones, se construyeron nuevas
parroquias, y el laicado cobró conciencia de su importancia en la Iglesia.
Beatificación y Canonización
Los cuerpos de los ocho Hermanos de La Salle fueron trasladados solemnemente a la iglesia del
Monasterio de
Santa María de Bujedo una vez neutralizada la revolución. Allí reposan aún, en la capilla dedicada a los mártires. Sin embargo, gran parte de las reliquias de San Héctor reposan en distintos centros educativos de La Salle en Argentina.
Fue beatificado el 29 de abril de 1990 por el papa Juan Pablo II y canonizado el 21 de noviembre de 1999. Fue la primera persona nacida en Argentina en ser elevada al honor de los
altares.