La cabalgata surgió de forma «espontánea», como relata la persona que estuvo detrás de la organización desde el primer momento, el burgalés hijo de valencianos Tomás Sanmartí, que hoy tiene 86 años. «Mis padres eran de
Valencia, pero tenían un negocio de
frutas en
Burgos y vivíamos aquí. Mis hermanas tenían unos
trajes de falleras y, un día, José María Codón [presidente de la comisión de
fiestas] vino a verlos y dijo que había que exhibirlos. En aquella época, en
San Pedro no se hacía prácticamente nada, así que surgió la idea de poner un anuncio para que participaran las
casas regionales en un desfile. Y se hizo, con una cabalgata en la que salieron cuarenta o cincuenta
trajes regionales», relata Sanmartí por teléfono desde Valencia, ciudad en la que pasa buena parte del año.
En aquella primera celebración no hubo tiempo para preparar carrozas, por lo que, como recuerda Sanmartí, el desfile consistió en una
procesión de representantes de casas regionales,
colegios y otras organizaciones. En concreto, por las
calles de Nuño Rasura, Asunción de Nuestra Señora, Eduardo Martínez del
Campo,
paseo de la Isla, Espolón,
plazas del Cid,
Santo Domingo y
Plaza Mayor desfilaron representantes de las casas de Valencia,
Andalucía,
Aragón,
Asturias,
Cataluña [entre la comitiva catalana iba un niño vestido con el uniforme del
Barcelona y un balón firmado por los jugadores del club, que había sido campeón de
España aquel año] y
País Vasco.