Casi en el centro del antiguo
Burgos amurallado se encuentra la
parroquia de
San Lorenzo, El Real, que recoge el título de la antigua
iglesia de San llorente, situada en la cercana
plaza de los
Castaños, entre la
calle de Fernán González y la llana de Afuera. Es la antigua iglesia de los padres jesuitas, hasta que fueron expulsados por el rey Carlos III en 1767. Es un
edificio barroco, de
cruz griega, de tres naves dando la sensación de ser circular, con
columnas cuadradas,
capiteles,
arcos y
bóvedas de yeso con una
cúpula apoyada en pechinas con pinturas murales y cupulín.
Su
ábside es rectangular; la
portada es adintelada, alta, formando parte de una llamativa
fachada barroca con cuatro columnas acanaladas, capiteles y cornisa decorada, pilastrones,
hornacina con San lorenzo y
frontón partido, bajo un amplio
arco de medio punto con dos
escudos. la
torre, sobre la fachada, es rectangular con pilastrones y
alero moldurado, con gárgolas y rematada en una balaustrada con pináculos y una pequeña
espadaña, con ocho huecos y dos
campanas.
La
pila es de jaspe, moldurada en el borde y con una especie de balaustrada al pie; y el
retablo mayor es rococó con una imagen de la
Virgen sedente con Niño,
gótica del siglo XV, procedente de la antigua iglesia de San llorente. En su territorio está situada la
capilla de la Divina Pastora, que regentan los Padres del Corazón de María, que tienen su
casa también en el territorio. El número de sus habitantes no llega a 1000 y sus libros parroquiales dan comienzo en 1540.
En su ámbito parroquial tienen su asentamiento los
edificios de los principales organismos civiles: Capitanía General,
Ayuntamiento y Diputación (y estaba también el de Hacienda).