Con la llegada de la
Navidad las
calles burgalesas se engalanan, dispuestas para celebrar la llegada de unas fechas marcadas por el afecto y la emoción. Son días en los que toda la ciudad queda iluminada y se alegra al compás de los villancicos, deseosa de acoger a quienes regresan a su tierra y al calor de sus hogares.
Los niños son los protagonistas de estas fechas y a ellos de dedican muchas de las variadas actividades programadas.
Una de las
tradiciones más simpáticas es la investidura del Obispillo, en la que el 28 de diciembre, día de los
Santos Inocentes, un niño de la Escolanía "Pueri Cantores" de
Burgos recibe el título de Obispillo, y vestido de gala a lomos de una mula blanca recorre el centro de la ciudad repartiendo dulces, hasta llegar al
Ayuntamiento, donde saluda a los ciudadanos.
Los Emisarios Reales serán los encargados de recoger las cartas de nuestros niños a “Sus Majestades”. Eventos culturales como conciertos de variados estilos, corales, espectáculos,
exposiciones y
danzas tradicionales son los actos que completan la programación para estos días entrañables.