Los orígenes del
Monasterio de
San Juan se remontan al siglo XI, cuando el monje Lesmes, nacido en Loudun, cerca de Poitiers (
Francia), se instaló aquí con el beneplácito de los reyes castellanos Alfonso VI y doña Constanza de Borgoña, al frente de una comunidad de doce monjes compañeros suyos llegados de
Casa-Dei. Aquí se asentó con la idea de poner en marcha un pequeño complejo asistencial para albergar a los peregrinos del
Camino de Santiago. Murió en 1097, siendo aclamado y honrado como
santo. En 1511 fue proclamado patrono de la ciudad.
El Monasterio de San Juan se mantuvo bajo la disciplina benedictina Casa-Dei, que le nutrió de la mayor parte de los monjes hasta 1436. Ese año se integró en la Congregación de San Benito de
Valladolid, comenzando una nueva etapa espiritual y cultural que no concluyó hasta la desamortización de Mendizabal en 1836, iniciándose un periodo de abandono que acabó con la
ruina de buena parte del
edificio. Casi nada queda de la magnífica
iglesia del siglo XV, salvo sus muros exteriores. Se conservan en pie el
claustro y la sala capitular, ambas renacentistas del siglo XVI. En su interior alberga un
museo dedicado al prestigioso artista burgalés Marcelino
Santa María (1866-1952) que tanto destacó en la representación de los
paisajes castellanos.