El
edificio se inserta en un ensanche urbano de gran escala. La avenida de los Reyes Católicos es una arteria fundamental en el esquema de este ensanche, de gran representatividad y amplitud.
Una
plaza refuerza el carácter singular del edificio, entendido como un volumen formado por dos cuerpos verticales bastante ciegos, conectados por un "
puente" o elemento singular, compuesto por una galería y la
biblioteca y sala de juntas, dejando entre ellas una potente
sombra. Este
juego volumétrico dejará entrever desde el exterior la mayor transparencia de las galerías de acceso a las oficinas de los
juzgados, que vuelcan sobre el
patio.