En la
Plaza de Mio Cid de
Burgos se erige la
estatua monumento a RODRIGO DIAZ DE VIVAR -El Cid Campeador-.
Ya en el año 1904 se constituye una comisión al efecto para su realización. Alfonso XIII coloca la primera
piedra el año 29 de Agosto de 1905 con motivo de su presencia en la ciudad para observar el eclipse solar. Pese a todo ello la obra se demora hasta el año 1947 en que se vuelve a crear otra nueva comisión para, con motivo del milenario de Castilla, levantar por fin la deseada figura en bronce.
La estatua ecuestre en bronce del Cid fue esculpida por Juan Cristóbal González Quesada [nacido en 1897 en Ohanes (
Almería), fallecido en 1961 en
Madrid].
La obra se realiza en bronce con una altura aproximada de cuatro metros, izada sobre un pedestal de planta cuadrangular (5´2 x 4´7 x 6´3 m.) y conformado por distintos materiales: el zócalo de granito gris, el cuerpo central de granito rosáceo y la parte superior se remata con piedra caliza, todo ello impregna al conjunto un relevante cromatismo contrastando con el pardo metal de la
escultura.
La obra fue inaugurada por el jefe del estado de la época; General Francisco Franco, un 23 de Julio de 1955 siendo por aquel entonces alcalde de la ciudad Florentino Díaz Reig.
La imagen ecuestre con Babieca como montura, posee una actitud de partida hacia el destierro, y completa ésta, las ocho figuras cidianas que simbólicamente le acompañan a lo largo del
puente San Pablo justo delante.
En el citado pedestal, y en sus flancos, dos
piedras calizas exponen las siguientes inscripciones:
A la derecha:
El Campeador llevando
consigo siempre la Victoria
fue por su nunca fallida
clarividencia
por la prudente firmeza
de su carácter y por su
heroica bravura
un milagro de los grandes
milagros del Creador.
A la izquierda.
Año 1099: en
España
dentro en
Valencia murió
el Conde Rodrigo Díaz.
Su muerte causó el más
grave duelo
en la Cristiandad
y gozo grande entre
sus enemigos.