Calle de Fernán González
Es sin duda la arteria principal de
Burgos, siendo paso obligatorio desde la Edad Media por formar parte del trazado del
Camino de Santiago.
Lleva el nombre del conde Fernán González, conocido por sus gestas como el Buen Conde o el primer héroe castellano.
Discurre desde la inmediaciones de la
Iglesia de
San Gil Abad hasta el Solar del Cid, bordeando a su paso la
Catedral de Burgos.
Desde sus inicios ha sido utilizada por las
familias nobles burgalesas para instalar sus viviendas, la
Casa del Cubo y el
Palacio de Castilfalé son algunos de los palacetes que se conservan hoy.
Uno de los puntos más interesantes es el
Arco de Fernán González, arco del triunfo de estilo herreriano erigido sobre las
ruinas de la casa señorial de Fernán González.
La llamada
puerta de los Apóstoles, de la Coronería o Alta de la catedral de Burgos fue realizada hacia 1250, considerándose al maestro Enrique su principal artífice. Dedicada al Juicio Final, en el tímpano hallamos a
Cristo Juez, sedente y enseñando sus llagas al fiel. La
Virgen, a su derecha, y san Juan Bautista, a su izquierda, imploran su misericordia, configurando una característica deesis. El tímpano es rematado por los ángeles que muestran la
cruz y el sudario mientras que en los lados otros ángeles exhiben la
columna y la lanza, iconos del martirio del Salvador. Debajo del Cristo se encuentra san Miguel pesando las almas; a su izquierda se sitúan los condenados, bajo la influencia de Satanás; en la derecha, tras franquear una pequeña puerta, nos encontramos con los elegidos. En las arquivoltas se representan querubines, ángeles y diferentes escenas. La puerta original fue sustituida en el siglo XVI por una manierista. A cada uno de los lados se alinean seis apóstoles, bajo un dosel y separados en columnitas, asistiendo al evento como jueces.