EL ESPOLÓN es uno de los más importantes espacios urbanos burgaleses. El 3 de Abril de 1788 el
Ayuntamiento de
Burgos solicita permiso para ajardinar el espacio existente entre los
puentes de
Santa María y
San Pablo y construir un malecón (de ahí proviene el nombre).
Ya en 1791 comienzan las obras y desde entonces ha tenido diversas modificaciones. Hasta ese momento por su parte central discurría la
carretera general que unía
Madrid con
Francia. Allí se congregaban muchos burgaleses a observar el paso de diligencias y carruajes
camino de uno y otro destino. Una vez construido, fue Carlos III quien a través del conde de Floridablanca indica y obliga a instalar una serie de
estatuas que son de la misma serie que las que hay en el
palacio Real de Madrid, y a éstas, se suman otras donadas por Isabel II. Unas y otras han llegado perfectamente conservadas hasta nuestros días.
En su parte baja consta de tres
vías, y de dos en su parte ajardinada, siendo el más estrecho el que se apoya en el malecón existente en el
río. Las edificaciones existentes están erigidas sobre lo que era la
muralla que partía desde el
arco de Santa María. Destaca la edificación en
esquina que da a la
plaza del rey San Fernando que es obra de Lampérez así como el
edificio del Consulado del
Mar que éste mismo construyó.
Destaca de la misma forma en todo su trazado el palacio de la Diputación, el
Teatro Principal, el Círculo de la Unión y la
casa de los Gaitero.