Esta impresionante
puerta de la ciudad, es uno de los
monumentos más emblemáticos de
Burgos. La antigua puerta
medieval se remodeló en el siglo XVI. Destaca la figura del emperador Carlos V junto con otros personajes relevantes de la
historia de la ciudad como son los jueces de Castilla: Laín Calvo y Nuño Rasura; el conde Fernán González y Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid.
En otras épocas fue sede del
Ayuntamiento y del
Museo Provincial. Hoy es un espacio abierto al público donde además de
exposiciones temporales puede visitarse la sala de Poridad (o del secreto). En esta sala se exponen objetos relacionados con el Cid tan curiosos como uno de sus huesos, bajo un artesonado de estilo mudejar. Desde aquí se accede a uno de sus
torreones para disfrutar de la bonita vista del
paseo del Espolón y del
río Arlanzón.
No hay que abandonar el
Arco de
Santa María sin antes pasar unos minutos contemplando el
monumental mural que preside la estancia central del arco, obra del pintor burgalés Vela Zanetti
Subiendo por una
escalera de caracol se accede al piso superior donde se encuentra el Museo de
Farmacia, con piezas provenientes del
hospital de
San Juan.