Puerta de la
muralla, reformada en el siglo XVI.
El
arco de
San Gil se levanta junto a la
iglesia de San Gil Abad.
Uno de sus
torreones, hoy sedaparecido, estaba adosado a la iglesia y en él eran acogidas las "emparedadas", mujeres que tomaban la decisión de alejarse del mundo llevando una vida de penitencia y oración. Se comunicaban con la iglesia por una
escalera de caracol situada en forma de cubo en la
capilla del Santísimo
Cristo.
El Arco de San Gil es una antigua puerta de la muralla de la ciudad que desempeñaba funciones de
torre defensiva y de prisión. En el sector contiguo a este arco era donde la muralla alcanzaba mayor altura y donde más
torres efensivas había.
La actual configuración del arco data de la reforma realizada en el siglo XVI y es obra de Juan Vallejo y cuenta con el
escudo de la ciudad.