La
Catedral, el
monumento gótico más bello, está de aniversario. Tal día el 20 de julio de 1221, se puso la primera
piedra.
La
fachada principal de la Catedral se encuentra en la recoleta
plaza de
Santa María, se trata de la fachadesde la Plaza del Rey
San Fernando da occidental que se denomina Fachada de Santa María y cuya construcción se inspiró en las
catedrales de Saint Denis en París y Reims
La
Portada de Santa María que puedes contemplar ahora y que está formada por tres
arcos apuntados es muy austera, ya que la original que era una maravilla del gótico de Castilla sufrió un gran deterioro y se reconstruyó en estilo neoclásico. Sobre la
puerta central, también llamada Puerta Real o del Perdón se encuentra un gran
rosetón del siglo XIII, decorado con una estrella de seis puntas.
Encima se construyó una galería en la que puedes ver imágenes de los ocho primeros reyes de Castilla.
Coronando la galería verás una barandilla esculpida, en la que destaca una
estatua de la
Virgen con el Niño, y en la que puedes leer pulchra es et decora, aludiendo a la Madre de
Cristo.
A cada lado de la fachada se alzan dos
torres casi gemelas del siglo XIII y sobre ellas Juan de Colonia construyó dos agujas o chapiteles en el siglo XV. En el antepecho que conecta con la cúspide de una de las torres se encuentra la
escultura de Cristo mostrando las huellas de su Pasión con la leyenda pax vobis.
Y en el antepecho de la otra
torre puedes ver la leyenda ecce agnus dei y una escultura de San Juan Bautista.
Multitud de detalles escultóricos de lo más curiosos jalonan las dos torres y sus chapiteles. Entre las
esculturas pueden verse las de los obispos Alonso de Cartagena y Luis de Acuña, que financiaron la construcción de los chapiteles.
Situada en pleno
Camino Francés en la ciudad de
Burgos,
Castilla y León, y consagrada a Santa María, la Santa
Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Burgos, es uno de los más bellos
monumentos del
arte gótico, siendo declarada Monumento Nacional en 1885 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1984.
Su construcción comenzó en el año 1221, gracias al rey Fernando III el
Santo y al obispo Mauricio, sobre la iglesia
románica de tres naves que había impulsado Alfonso VI a finales del siglo XI y que en el siglo XIII quedaba pequeña ante el auge constructor que se observaba en diversos puntos de Europa. Así comienza su reedificación, que continuaría durante siglos hasta obtener la imagen actual.
Inspirada en diversos modelos franceses -Amiens, Bourges, Coutances, etc.- la catedral burgalesa tiene planta de
cruz latina de tres naves y girola orientada del este -cabecera- al oeste -fachada principal- en la ladera que lleva al cerro del
castillo.
Por ese motivo existe un desnivel muy apreciable en el interior del templo que se salvó con la
escalera dorada, una joya del Renacimiento que Diego de Siloé construyó en el brazo norte del crucero.
Todo esto, junto con su cimborrio y la
capilla de los Condestables de Castilla -considerada por su belleza y dimensiones como una catedral dentro de la catedral- contribuye a que este recinto de culto impacte en el visitante.
Iconografía jacobea Respecto a la imaginería e iconografía jacobeas, destaca la capilla de Santiago, que ocupa un lugar preferente en la girola y que presenta en su
reja una figura ecuestre del Apóstol que da paso a un
retablo en el que Santiago adquiere gran protagonismo. Citada ya en el siglo XIV, fue profundamente reformada en el XVI por Juan de Vallejo y usada en las últimas centurias como
parroquia hasta convertirse en la principal sala del
museo de la catedral donde se puede admirar el tesoro religioso-cultual más destacado del templo, con obras de pintura del siglo XV al XVIII y piezas de escultura y orfebrería desde el siglo XII al XX. En el muro izquierdo de la estancia se halla el sepulcro renacentista de uno de los fundadores y mecenas de la capilla en el siglo XVI, Juan Ortega de Velasco, abad de San Quirce de los Ausines y canónigo y protonotario de la catedral. En frente se hallan otros dos sepulcros, uno correspondiente al magnate Lesmes de Astudillo, mecenas de esta capilla y de la capilla-sepulcro de los Reyes Magos en la catedral de Colonia, que fue enterrado con su esposa, Mencía de Paredes.
El retablo de la capilla, dorado y policromado, está presidido por un Santiago matamoros y presenta también tallas de San Juan Evangelista y Santa María Salomé.
En el
claustro alto (finales del s. XIII), entre varias representaciones de apóstoles, se halla un Santiago peregrino, mientras que en la sillería del
coro se representa la aparición de la Virgen del Pilar al Santo, cuya imagen también se encuentra en la restaurada capilla de Santa Tecla -resultado de la transformación de cuatro pequeñas
capillas góticas y la iglesia de Santiago de la
Fuente- y en la puerta de la Coronería, punto de acceso de los peregrinos al templo durante siglos y que fue clausurada en el siglo XVIII por el molesto tránsito de vecinos que la usaban para descender hacia la parte baja de la ciudad. Tras su cierre los romeros usaron la puerta de la Pellejería -o puerta del Canalejo- (s. XVI). Al igual que en la Coronería, se pueden ver estatuillas de los apóstoles. También hay sendos relieves que representan los martirios de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista, así como
estatuas de San Pedro y San Pablo.
Como curiosidad, señalar la presencia del sepulcro del Cid bajo del cimborrio y del popular Papamoscas en el interior de la nave mayor.
Tampoco se puede pasar por alto un lugar de hondo fervor religioso como es la capilla dedicada al Cristo de Burgos, cuya leyenda afirma que se trata de un Jesús crucificado aparecido en el
mar al que le crece el pelo y las uñas y que se ha convertido en lugar de visita y oración para los peregrinos.