CARTUJA DE MIRAFLORES
En 1401, el rey Enrique III erigió en el lugar de Miraflores, a las afueras de
Burgos, un
palacio fortificado al que acudía a
cazar. Su hijo Juan II entregó el palacio a la Orden de los Cartujos con la intención de convertirlo en
monasterio y panteón real.
Juan de Colonia inició en 1454 la construcción de esta obra maestra del
gótico. La
iglesia se inauguró en 1499 y en su interior sobresalen el
retablo mayor y los sepulcros, encargados por la propia reina Isabel I de Castilla a Gil de Siloé, para sus padres y el infante Alfonso de Castilla.