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Claustro del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas Las Claustrillas, BURGOS

El monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, conocido popularmente como monasterio de las Huelgas, 1​ situado en la ciudad de Burgos (Castilla y León, España), es un monasterio de la congregación de monasterios de monjas cistercienses de San Bernardo. Fue fundado en 1187 por el rey Alfonso VIII de Castilla y su esposa Leonor de Plantagenet.
Alberga obras de gran valor, entre ellas, algunas de las vidrieras más antiguas de España.
Situación Está situado al occidente de la ciudad de Burgos, algo retirado del río Arlanzón, en un terreno llano que antiguamente estaba ocupado por prados y que era conocido como «Las Huelgas», que era la forma en que se denominaba al terreno de cultivo no trabajado y dedicado a pastos. a​ Actualmente, está considerado como BIC (Bien de Interés Cultural) (fue declarado Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 19314​).
Existía un pequeño palacio en estos terrenos donde está ubicado el monasterio, del cual se conservan algunos pequeños vestigios. El lugar fue elegido por el rey Alfonso VIII y su esposa Leonor de Plantagenet para levantar un monasterio cisterciense femenino que se fundó en junio de 1187.
Fue la reina Leonor quien puso mayor empeño en conseguir esta fundación con el fin de que las mujeres pudieran alcanzar los mismos niveles de mando y responsabilidad que los hombres, al menos dentro de la vida monástica. Elevaron al papa Clemente III la petición para fundar y consagrar el nuevo monasterio, petición que fue concedida de inmediato. Los reyes donaron cerca de cincuenta lugares cuyas tierras constituyeron desde el principio un importante patrimonio que se multiplicaría con el tiempo. Se conserva la carta fundacional del rey que empieza diciendo:
Yo, Alfonso, por la gracia de Dios, rey de Castilla y Toledo, y mi mujer, la reina doña Leonor…
Cîteaux otorgó a este monasterio el derecho a instituirse como matrem ecclesiam equiparándose así al gran monasterio francés de Fontevrault. En 1199 se convirtió definitivamente en casa madre de los monasterios femeninos de Castilla y de León.
La vida del monasterio dio comienzo con un grupo de monjas que llegaron desde el Monasterio de Santa María de la Caridad de Tulebras (en Navarra), donde existía desde 1157 el primer monasterio cisterciense femenino de la península. Las dos primeras abadesas fueron la infanta de sangre real Misol (o Mariasol) y la infanta Constanza, hija de los reyes fundadores.
La abadesa de Las Huelgas llegó a disfrutar de una autonomía y poder tan elevados que estaba por encima de la curia episcopal, dependiendo directamente del papa. La abadesa, como mujer, no podía confesar, decir una misa, ni predicar, pero era ella quien daba las licencias para que los sacerdotes hicieran estos trabajos. La concesión era dada en nombre de Dios y de la Sede Apostólica. Era dueña de un señorío material y un señorío jurídico. El señorío material estaba compuesto por:

54 villas, tierras, molinos, exenciones fiscales de pontazgo, portazgo y montazgo.
El señorío jurídico tenía su propio fuero, cuyas leyes en el tema civil y criminal dirigía y vigilaba la abadesa. Podían nombrar alcaldes y ejercían su jurisdicción sobre un buen número de monasterios cuyas abadesas eran nombradas por la abadesa de Las Huelgas.
Todos los privilegios se mantuvieron intactos a través de los siglos hasta el siglo XIX, en que fueron suprimidos por el papa Pío IX.
Durante la Edad Media, en este monasterio se llevaban a cabo ceremonias tan importantes como las de proclamar a los reyes y armar caballeros. Entre los caballeros armados antes de ser reyes figuran Fernando III el Santo, Eduardo I de Inglaterra, Alfonso XI de Castilla y de León, Pedro I de Castilla (que además nació en la torre defensiva del edificio) y Juan II. Los reyes coronados aquí fueron Alfonso XI y su hijo Enrique II de Trastámara. También tuvo gran importancia como panteón real y de nobles, con magníficos sepulcros, muchos de los cuales fueron profanados durante la Guerra de la Independencia Española.
Durante la Guerra Civil Española, el día 2 de diciembre de 1937 se celebra en este monasterio el I Consejo Nacional del Movimiento. 5​
En la actualidad este monasterio está gobernado por monjas cistercienses. Tiene diez habitaciones preparadas para retiro espiritual de mujeres que lo soliciten. La abadesa actual no tiene mandos ni privilegios especiales civiles ni jurídicos. Tanto ella como la comunidad de monjas dedican su vida a la oración y a atender unas mínimas posesiones.
Coto Redondo, que formaba parte del Partido de Burgos, uno de los catorce que formaban la Intendencia de Burgos, en su categoría de pueblos solos, durante el período comprendido entre 1785 y 1833, en el Censo de Floridablanca de 1787, jurisdicción de abadengo. Contaba entonces con 343 habitantes.
Jurisdicción de abadengo, siendo su titular el Monasterio de Las Huelgas:
En el partido de Burgos sobre las villas de Sargentes de la Lora, con alcalde ordinario y los lugares de Lorilla y Valdeajos, ambos con alcalde pedáneo.
En el partido de Juarros sobre las villas de Arlanzón y de Urrez, con alcalde ordinario.
El la Merindad de Bureba sobre el lugar de Revillagodos.
En la Hermandad de Montes de Oca las villas de Loranquillo y Quintanaloranco.
Arquitectura del monasterio
Es un monasterio amplio y complejo, con aspecto de fortaleza, con dependencias que se fueron añadiendo a lo largo de los siglos, como las viviendas tradicionales de los criados y los clérigos, las casas de la administración y las escuelas. Todo el recinto estuvo amurallado.
Se conservan dos puertas: una para el público, que conduce al Compás de Afuera, y otra llamada de Alfonso XI, que conduce al Compás de Adentro; esta parte se utilizó como servicio para las monjas.
Comenzaron las obras a finales del siglo XII y continuaron en el XIII. Existen documentos en que se nombra a un "maestro Ricardo" que intervino en su construcción. La parte más antigua corresponde al claustro románico conocido con el nombre de "las claustrillas", después le sigue en el tiempo la iglesia, de corriente protogótica, y el claustro de San Fernando que es ya de claro estilo gótico, con bóvedas de yeserías mudéjares.
Puede verse por distintos puntos del complejo monástico el emblema heráldico del rey constructor, el castillo, que aparece en la torre, en tímpanos y jambas de las puertas