El
paseo de la Isla es un paseo de corte romántico ubicado en la margen derecha del
río Arlanzón a su paso por
Burgos, ciudad española situada en el norte de la península ibérica. Su nombre proviene de una antigua isla formada entre el río y varias esguevas.
Cuenta con una longitud aproximada de 800 metros y una anchura de 120 y se extiende desde el
puente de Malatos hasta el puente de Castilla. Cuenta con una notable variedad botánica y de varios
monumentos. En 2011, se realizó una rehabilitación del paseo, que incluyó la reparación de monumentos, mejora de los
jardines y de las zonas de paseo, así como nuevo mobiliario urbano.
Historia
Por tratarse de una ciudad amurallada, y debido a la angostura de sus
calles, no se podían instalar
paseos en el interior del recinto. Por este motivo los moradores que deseaban gozar de la
naturaleza se veían obligados a salir del recinto
amurallado y dirigirse a las amplias avenidas de
árboles que existían en las afueras. Los mercaderes de lanas tenían instalados sus
lavaderos en las inmediaciones del puente de Malatos, conociéndose este lugar como «paseo de los Lavadores».1La desaparición de esta actividad permitió ajardinar el paraje.
El río Arlanzón a su paso por el casco urbano de la ciudad recibía el nombre de Merdancho y regaba las
huertas del
barrio de
San Pedro de la
Fuente. 2
Etimología
Su nombre proviene de la forma en islotes que poseía el
parque en tiempos de la invasión napoleónica, ya que debido al Arlanzón existían una serie de pequeñas islas entre el curso del río. El paseo quedaba limitado por el río, a la izquierda, y por un cauce molinar, a la derecha, cubierto en la actualidad, por lo que semejaba una isla. 3Construcción
Tras la ocupación napoleónica de la ciudad en 1810 se instalaron los primeros jardines, desapareciendo antiguos
caminos de servidumbre y lo que era un terreno quebrado y pedregoso se convierte en
jardín. 4
En 1836 se realizó el trazado del paseo central con su andén para peatones, con un coste de 6.909 reales. Más adelante, en julio de 1849 se aprobó la construcción del paseo de
coches y caballerías, que partiendo del
Arco de
Santa María llegaba hasta el puente de Malatos, paseo que existe actualmente.
En marzo de 1868 se ensanchó el paseo comprendido entre el seto y el cauce, plantando numerosos arbustos, plantas y árboles de escaso porte. En 1905 se colocó el busto de Miguel de Cervantes.
Rehabilitación
El florón, uno de los elementos ornamentales más conocidos del paseo
El equipo de Gobierno en cumplimiento de su promesa electoral de acometer la rehabilitación del paseo, realizó en 2011 labores de reforma, que supondrán una mejora de la urbanización. 5
Las obras consistieron en las siguientes actuaciones:
Renovación de los rótulos informativos sobre las especies vegetales.
Instalación de
carteles con
información sobre la Historia del Paseo y sus elementos culturales.
Incremento de la iluminación.
Instalación de nuevo mobiliario urbano.
Construcción de nuevos columpios para niños.
Instalación de un nuevo punto Bicibur.
El 14 de mayo fue abierto al público.
Fuente-
cascada
A finales del siglo XIX se construye una vistosa y artística cascada, empleando estalactitas y estalagmitas de la
cueva de Atapuerca, formándose con ella una
gruta abierta en la parte posterior del estanque. Sostienen la parte rocosa dos figuras representativas de otras tantas sirenas.
Obras arqueológicas
Fuente de estilo colonial, procedente del
claustro del
Monasterio de San Pedro de Arlanza.
Arcos de los Comendadores o de Castilfalé
Portada románica de la desaparecida
iglesia de Nuestra Señora de la Llana, en
Cerezo de Río Tirón
Crucero de San Pedro de la Fuente
Monumento a Miguel de Cervantes
Enriquecido a principios del siglo XX con valiosas obras arqueológicas, como son:
Arcos de Castilfalé. procedentes de una granja próxima a la ciudad y donados por el conde de Castilfalé.
Fuente del claustro del Monasterio de San Pedro de Arlanza.
Crucero proveniente de San Pedro de la Fuente.
Pila bautismal de la desaparecida iglesia de San Martín.
Fuente proveniente del paseo de La Quinta.
Durante muchos años, aquí estuvo situada la Portada de la
ermita románica de Cerezo de Río Tirón, hasta que fue trasladada al monasterio de San Juan de Burgos, debido a su deterioro al estar situada a la intemperie.
LOS ARCOS DE CASTILFALÉ EN EL PASEO DE LA ISLA
Fueron donados a la ciudad de Burgos por Don García Muñoz Jalón, conde de Castilfalé para que fuesen instalados en el Paseo de la Isla. Estos arcos adornaban la Granja de Arcos que Don García tenía junto al
Camino de
Villalonquéjar,
aguas abajo del río Arlanzón. Obra que fue construida en el Siglo XVI por la poderosa
familia de los Maluendas de Burgos; según comunica el cronista Teófilo López Mata al entonces alcalde de Burgos, Florentino Díez –Reig en 1592 y que se correspondían con las Arcadas del
Palacio “
Molino del Palancar” del mismo lugar.
Además este benefactor de Burgos donó también su palacio en Burgos, El Palacio de Castilfalé, donde hoy reside el Archivo Municipal, una parte de la
Biblioteca Municipal de Burgos y numerosas obras artísticas que se pueden admirar en él.
Formaron parte de la que fuera Granja Palacio de los Arcos, en el término de Villalonquéjar, junto al río Arlanzón, que era propiedad del conde Don García Muñoz Jalón. Se donaron a la ciudad de Burgos en 1.922
Fueron donados a la ciudad de Burgos por Don García Muñoz Jalón, conde de Castilfalé para que fuesen instalados en el Paseo de la Isla. Estos arcos adornaban la Granja de Arcos que Don García tenía junto al Camino de Villalonquéjar, aguas abajo del río Arlanzón. Obra que fue construida en el Siglo XVI por la poderosa familia de los Maluendas de Burgos; según comunica el cronista Teófilo López Mata al entonces alcalde de Burgos, Florentino Díez –Reig en 1592 y que se correspondían con las Arcadas del Palacio “Molino del Palancar” del mismo lugar.
Además este benefactor de Burgos donó también su palacio en Burgos, El Palacio de Castilfalé, donde hoy reside el Archivo Municipal, una parte de la Biblioteca Municipal de Burgos y numerosas obras artísticas que se pueden admirar en él.
Formaron parte de la que fuera Granja Palacio de los Arcos, en el término de Villalonquéjar, junto al río Arlanzón, que era propiedad del conde Don García Muñoz Jalón. Se donaron a la ciudad de Burgos en 1.922