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BUSTILLO DEL PARAMO: Hola, Amador, iba a responder a uno de tus mensajes,...

Hola, Amador, iba a responder a uno de tus mensajes, pero he visto que ha desaparecido de mi archivo; no importa, responderé lo mismo. En primer lugar te diré que me siento muy honrado al saber que mis comentarios sirven para llevar aunque sea el más mínimo consuelo a quienquiera que sea. Yo pienso que no tienes el corazón herido, sino sólo desorientado ante un hecho que no curre todos los días: la jubilación. tú piensa en el significado de la palabra y verás que jubilación viene de "júbilo", un júbilo del que puedes disfrutar dondequiera que te encuentres. El mal está en que de esa jubilación sólo quieres ver aquello de lo que te priva y no aquello que te ofrece; importante es lo uno, sí, pero importante es también lo otro. Yo pasé ya hace tiempo por ese trance, pero para mí no fue ningún trauma ya que yo mismo pedí a mis jefes que me jubilaran a los 63 años y me mandaran al paro.
La disyuntiva ante la que te encuentras es la de si volver a tus orígenes en La Nuez o arrostrar los inconvenientes (y las ventajas, claro) del moderno progreso. Yo no me encontré ante esa disyuntiva porque, como habrás leído en una de mis vivencias, me desarraigaron para siempre de Bustillo (lee la respuesta que le di a un o una tal Cierzo que se extrañaba de que no volviera a Bustilo añorándole como le añoro.
Tú, en cambio, lo tienes más fácil en este sentido; estoy seguro de que cuando pasas por delante de la fuente de tu pueblo, o la escuela, o la iglesia, hasta las piedras se alegran de verte de nuevo, recordando tu alegría infantil de hace sesenta años cuando corrías delante de ellas llena de júbilo; incluso muchas de ellas conservarán agradecidas una caricia de tus manos.
Pon en una balanza (lo mismo que ante el hecho de la jubilación, claro) lo positivo que tiene permanecer en la vorágine del progreso donde has vivido hasta ahora, o lo positivo de quedar libre de las obligaciones que te ataban hasta la fecha y en otra todo lo negativo que encuentres en estos dos hechos. Si ves que la balanza se inclina claramente en un sentido, toma la decisión pertinente sin miedo.
Y respecto a lo del corazón herido... ¡cuántas, cuántas cosas podría yo decirte al respecto! Te diré sólo una: este viaje desde la Ciudad Condal hasta Burgos que tengo programado hace tiempo y que llevaré a cabo dentro de un par de días no es más que una válvula de escape que me han sugerido las asistentas sociales. Sí, que desconecte por un tiempo del día a día reanudando mis paseos de llanero solitario por el campo y que, si no lo puedo evitar, que dé rienda suelta en la soledad del páramo a esas lágrimas amargas que, últimamente, tantas veces han humedecido mi almohada por las noches. El destino me está dando a beber un cáliz muy amargo y quiere que lo apure hasta las heces. Bueno, continuar ahora por estos derroteros me llevaría demasiado lejos. Mi correo permanecerá mudo hasta octubre. Un cordial saludo. Chindasvinto