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BUSTILLO DEL PARAMO: Y como decía un amigo mio "que listo "yeres", tambien...

--- ¡cuanto silencio ¡---

Hola, Las Matas y todos los foreros amantes del silencio. ¡No te puedes imaginar el silencio que le pentra a uno por todos los poros cuando camina por esos páramos de nuestra Castilla! Es un silencio que casi se mastica, un silencio que viene a ser como una ducha de agua fresca en uno de esos días de persistente calima, que también los hay, te lo aseguro, que los he vivido muchas veces. Ese silencio se mastica y se saborea, por ejemplo, cuando vas buscando manzanilla, ya sea de la borde o bien de la auténtica, la que siempre tenía tu madre guardada en la alacena, la manzanilla "para valientes"; se mastica y se saborea cuando vas caminando por un camino anónimo y quieres ver lo que hay detrás de la delgada línea que se ve en el horizonte.
Y no te extrañe de que yo sea un rapsoda del silencio, porque cuando uno está de ruidos hasta más allá de lo que antaño se hacían los curas en el occipucio, uno se hace rapsoda de lo que sea antes que de esos ruidos desenfrenados que le vuelven a uno tarumba.
Por lo demás, yo soy un hombre silencioso que se siente feliz cuando le envuelve ese halo de recogimiento que, dicen, envolvía antaño a los monjes o a los anacoretas: ¡el silencio monacal! Y digo antaño porque hoy en día lo veo todo demasiado relajado, demasiado bullicioso y mundano; hoy en día los monjes ya no son los monjes de antaño ni los curas son los curas de antaño, excepto, quizá, para ciertas cosas de las cuales prefiero no hablar.
Es cierto que cuando me pongo a hablar hablo hasta por la boca-manga de la camisa, o cuando me pongo a escribir me paso varios pueblos, como ahora, pero en el fondo siempre he sido partidario de lo que le decía hace poco a Victoria: calla, si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio. Y yo, por desgracia, no siempre tengo cosas hermosas que decir, por eso me callo.
Por lo demás, he visto que tú también tienes ciertas cosas en el baúl de los recuerdos que afloran a la superfucie cuando se tira del hilo (ya sabes que tirando del hilo se saca el ovillo). Me hace gracia lo de tu padre merendando en la glorieta con pan y cebolla. Y me hace gracia porque me trae a la memoria una de las frases preferidas del mío cuando, de pequeño yo, me decía: ¡anda, goloso, que te comes la cebolla sin pan!
Y dicho esto, como no encuentro otra forma mejor de salir de este atolladero, os saluda a todas y todos Chindasvinto.

Y como decía un amigo mio "que listo "yeres", tambien decia -" las cojes al vuelo-"... y eso.
Qué te ánimes y nos sigas contando cosas de tus recuerdos. Qué seguro los tienes como locos en tu cabeza dandole vueltas. Queriendo salir. No les dejes sufriendo y dales salida.